Situación Del Dengue En Perú
Las regiones de Piura, Lambayeque, Lima e Ica, ubicadas en la costa peruana, han sido las más afectadas, acumulando la mayor cantidad de personas infectadas y fallecidas. Este brote epidémico está estrechamente relacionado con los cambios climáticos y los eventos naturales que azotaron al país en los primeros meses del año, como el ciclón Yaku y el Niño Costero.
Según
los últimos informes de la Sala Situacional de Dengue del Ministerio de Salud,
la cifra de fallecidos por dengue en Perú asciende a 232 personas, mientras que
los contagios superan los 141,000 casos. Estas cifras son las más altas desde
el año 2017, cuando el país también enfrentó una situación similar debido al
impacto del Niño Costero, con fuertes lluvias, inundaciones y miles de
damnificados. En esta ocasión, el brote se ha concentrado principalmente en las
regiones del norte del país, especialmente en Piura y Lambayeque, aunque
también se han reportado casos en Lima e Ica.
La investigadora María Luz Moyano, especializada en Neurociencias, señala que estos brotes epidemiológicos están directamente relacionados con los cambios climáticos y los eventos naturales, como las intensas lluvias causadas por el ciclón Yaku. Tras una inundación, se presentan brotes de diversas enfermedades, incluyendo el dengue, así como leptospirosis, enfermedades respiratorias agudas, afecciones oftalmológicas y enfermedades diarreicas agudas.
La
situación ha sido agravada por la falta de infraestructura, equipamiento y
personal de salud en las regiones afectadas. La Defensoría del Pueblo ha
realizado supervisiones en los centros, puestos y hospitales de Piura y ha
detectado una fragilidad en el sistema de atención, así como la escasez de recursos
transferidos a la región para hacer frente al brote de dengue. Esta falta de
recursos oportunos ha dificultado la implementación de medidas de prevención y
control larvario, que son fundamentales en el manejo de este tipo de epidemias.
El gobierno peruano ha sido objeto de críticas por su manejo del brote de dengue desde su inicio. La ministra de Salud, Rosa Gutiérrez, prometió resolver el problema en dos semanas, pero la solución no llegó en el tiempo ofrecido. La entrega tardía de recursos y la falta de prevención adecuada han llevado a un agravamiento de la situación.
Es
importante destacar que el dengue debe ser abordado de manera similar al
COVID-19, poniendo énfasis en la prevención y la interrupción de la
transmisión. La científica Amy Morrison, experta en el mosquito Aedes aegypti,
enfatiza la importancia de frenar la transmisión del virus y tomar medidas
preventivas de manera eficaz. Los brotes anteriores han demostrado que medidas
adecuadas implementadas durante al menos tres semanas pueden reducir la
transmisión y mitigar el impacto del brote.
En
ese sentido, es fundamental realizar acciones preventivas como la eliminación
de criaderos de mosquitos y la fumigación en las áreas afectadas. La
eliminación de criaderos implica identificar y eliminar cualquier lugar donde
el mosquito Aedes aegypti pueda depositar sus huevos, como recipientes,
neumáticos viejos, botellas, latas y cualquier otro objeto que pueda acumular
agua estancada. Esta medida es esencial, ya que el mosquito se reproduce en
aguas estancadas y su ciclo de vida completo ocurre en estos lugares.
Además
de la eliminación de criaderos, es necesario realizar fumigaciones en las áreas
afectadas. La fumigación con insecticidas adecuados puede ayudar a reducir la
población de mosquitos adultos y así disminuir las posibilidades de propagación
del dengue. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la fumigación no es
la única solución y debe ser complementada con otras medidas preventivas.
Es
crucial concienciar a la población sobre la importancia de tomar precauciones
personales. Esto implica educar a las personas sobre el uso de repelentes, que
son una herramienta eficaz para protegerse contra las picaduras de mosquitos
infectados. Los repelentes deben aplicarse en la piel expuesta y en la ropa,
siguiendo las instrucciones del fabricante. También es importante recordar a la
población la importancia de utilizar mosquiteros en las ventanas y puertas para
evitar que los mosquitos entren en los hogares.
Otra
medida clave es el control de los recipientes que puedan acumular agua y
convertirse en criaderos de mosquitos. Las personas deben ser conscientes de la
necesidad de vaciar, limpiar y secar recipientes como macetas, cubos, barriles
y cualquier otro objeto que pueda retener agua. Además, es recomendable voltear
o cubrir los recipientes que no se puedan vaciar, para evitar que el agua se
acumule y se conviertan en criaderos de mosquitos.
La
concienciación de la población sobre estas medidas preventivas es esencial para
combatir el brote de dengue de manera efectiva. Las campañas de información y
educación deben llegar a todas las comunidades, tanto urbanas como rurales,
para asegurar que todos estén informados y tomen las precauciones necesarias
para protegerse a sí mismos y a sus familias.El descenso de casos reportado por
el director del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de
Enfermedades (CDC), César Munayco, es una señal alentadora. Sin embargo, se
debe mantener la vigilancia y la implementación de medidas preventivas para
evitar un resurgimiento de la enfermedad.
Es
importante destacar que el brote de dengue en Perú ha tenido un impacto
significativo en la población. Con más de 232 personas fallecidas y más de
141,000 casos registrados, el país se sitúa en segundo lugar, después de
Brasil, en términos de número de casos y fallecimientos por dengue en América
Latina. Estas cifras son alarmantes, especialmente si se considera que Perú
tiene una población de aproximadamente 33 millones de habitantes, en
comparación con los 214 millones de Brasil.
Ante
la gravedad de la situación, el gobierno ha tomado medidas para fortalecer la
respuesta al brote de dengue. Se ha enviado un equipo de médicos, biólogos y
enfermeras a la región de Tumbes para reforzar la lucha contra la enfermedad.
Sin embargo, es necesario un esfuerzo conjunto y continuo de todas las
autoridades y la sociedad en su conjunto para hacer frente a esta epidemia.
Conclusiones
El
brote de dengue en Perú ha generado una situación preocupante, especialmente en
las regiones de Piura, Lambayeque, Lima e Ica. Los cambios climáticos y los
eventos naturales han contribuido al brote, pero también se han evidenciado
deficiencias en el manejo gubernamental y en la respuesta del sistema de salud.
Es fundamental implementar medidas preventivas y de control larvario, así como
concienciar a la población sobre la importancia de prevenir la propagación del
virus. Solo a través de una respuesta coordinada y efectiva será posible
controlar esta epidemia y evitar mayores consecuencias para la población
peruana.
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